El  uso  de  la veneno  como  medicamento  se  confirma  desde  el mismo inicio de la historia de la medicina. Una de las primeras referencias aparece  en  los  Papiros  de  Ebers,  en  el  antiguo  Egipto.  En  la  India  y Pakistán se utilizaba y utiliza hoy en día el Polvo de Veneno de Escorpión para el tratamiento de diferentes dolencias del cuerpo, como revitalizador y de manera especial, sobre el cáncer. En la China se ha empleado igualmente, no sólo para procesos malignos, sino también para convulsiones y  dolores

La primera referencia del uso de los venenos de escorpiones Rhopalurus junceus en Cuba, se remonta a la época de los conquistadores españoles. En una de las descripciones de ellos evaluadas por historiadores cubanos se constata literalmente      “….es admirable el ver a los indios de estas tierras cómo utilizan plantas y animales para tratar las  dolencias del cuerpo, incluso se colocan un tipo de escorpión grande y rojizo oriundo de estas pródigas tierras sobre aquellas partes del cuerpo con flemones dolorosos, lo estimulan a que los pique y para asombro de todos los aquí presentes hemos sido testigos del alivio y mejoría que experimentan a posteriori …”.

Esta práctica rudimentaria y primitiva es utilizada hoy en día por los descendientes de la única comunidad aborigen que aún existe en Cuba, en el lugar conocido como la Ranchería en la Caridad de los Indios en la zona Montañosa de Sagua – Baracoa, provincia de Guantánamo.

Luego de estas experiencias no se reportan nuevos usos del veneno hasta mediados de los años 80, el biólogo Misael Bordier inició en la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo el proceso de investigación para evaluar la actividad antitumoral del veneno del escorpión Rhopalurus junceus. Luego de estudios preclínicos con la demostración de efectos antitumorales en animales de experimentación y una nula toxicidad, se realizan ensayos con más de 5000 pacientes, ratificándose sus propiedades.

El 15 Enero 1995 entrega la Oficina Cubana de Propiedad Industrial de la República de Cuba, el registro con certificado  “Composición Antitumoral” clasificada  como  patente  en  la  quinta  edición  AGIK-35/561.

A finales de 1998,   a solicitud del Ministerio de Salud Pública,    se presentaron los resultados al Consejo Científico Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba que reconoce la validez de los mismos  y deja recomendaciones para el perfeccionamiento de las investigaciones.